El hallazgo de cuerpos de tipo europeo a cientos de kilómetros de distancia da evidencia de una relación hasta ahora no descubierta en la Edad del Bronce entre Oriente y Occidente. El hombre cuyos restos momificados fueron descubiertos presenta cabello castaño rojizo con motas grises, pómulos altos, nariz larga, labios grandes y barba roja.
Hace 3.000 años medía unos 2 metros de altura. Fue enterrado vistiendo una túnica cruzada carmesí y pantalones a rayas. Parece un europeo de la Edad del Bronce.En realidad, posee todas las características de un celta, como lo demuestra su ADN. Sin embargo, este no es un antiguo nativo del centro de Escocia. Ese es el hombre del cuerpo momificado de Cherchen, encontrado en las zonas solitarias del desierto de Taklamakan. Actualmente se encuentra en un museo en Urumqi, la capital de la provincia. En el idioma de los uigures de Xinjiang, Taklamakan significa “uno entra para no salir”.
Lo sorprendente es que el hombre chercheno, junto con las momias de tres mujeres y un niño, fue descubierto en un lugar de enterramiento a cientos de kilómetros de los principales asentamientos celtas en Francia y el Reino Unido.
Como cientos de otras momias de la cuenca del Tarim en Xinjiang, es originaria de Europa, según estudios genéticos. Nadie sabe cómo llegó, por qué estuvo allí ni cuánto tiempo estuvieron allí él y su familia.
Pero, como sugiere el nombre del desierto, nunca salió. Una de las mujeres que comparte su tumba tiene cabello castaño claro que parece haber sido cepillado y trenzado ayer, para su funeral. Su rostro está adornado con símbolos pintados y su magnífico vestido fúnebre rojo no ha perdido nada de su brillo durante los tres milenios durante los cuales esta mujer alta y de rasgos finos ha descansado bajo la arena de la Ruta de la Seda.
Los cuerpos están mucho mejor conservados que las momias egipcias, y hay algo conmovedor en la visión de los bebés. El bebé estaba envuelto en una rica tela marrón atada con cordones rojos y azules, y se le colocó una piedra azul sobre cada ojo. Junto a él había un biberón con una tetina hecha con la ubre de una oveja.
A partir de la momia, el museo ha reconstruido el aspecto del hombre de Cherchen y su forma de vida. Las semejanzas con los celtas de la Edad del Bronce tradicional son sorprendentes. Los análisis también mostraron que el tejido de los tejidos era comparable al de la ropa que llevaban los mineros de sal que vivían en Austria en el año 1300 a.C. J.-C.
En el año 300 a.C., la influencia celta se expandió desde Irlanda hasta el sur de España en el oeste, hasta el río Po, Polonia, Ucrania y la llanura central de Turquía en el este. Sin embargo, estas momias parecen indicar que los celtas se habían adentrado en Asia Central, llegando a las estepas tibetanas. Entre el 500 y el 100 a. C., los celtas finalmente se establecieron en Bretaña (hoy Gran Bretaña). No podemos hablar precisamente de una invasión organizada, ya que se produjeron en varios períodos y se cree que son un grupo de personas poco conectadas que comparten el mismo idioma, religión y cultura. Los cherchens parecen haber sido un pueblo pacífico, ya que sus tumbas contenían pocas armas y había pocos indicios de clases. La Belleza de Loulan es mucho más antigua que los descubrimientos de Cherchen, ya que data de hace 4.000 años. Ella es una de las muchas momias desenterradas en el pueblo de Loulan y tenía el pelo largo y rubio. Una era la momia de un niño de ocho años envuelto en una bata de lana con utones de hueso. Los rasgos de belleza escandinavos caracterizan a Loulan. Murió a la edad de 45 años y fue enterrada con una canasta que contenía trigo, peines y una pluma para sustentarla en el más allá.
Durante el último cuarto de siglo se han descubierto cientos de cuerpos deshidratados en el desierto de Taklamakán. Los hallazgos descubiertos en la cuenca del Tarim se encuentran entre los más importantes del último cuarto de siglo. “Hacia el año 1800 a.C.-C., las primeras momias de la cuenca del Tarim son totalmente caucasoides”, afirma el profesor Victor Mair de la Universidad de Pensilvania, que se ha sentido atraído por estas momias desde que las descubrió, prácticamente olvidadas, en la cámara trasera. del antiguo museo en 1988. No se ha detenido ante nada, ni siquiera ante los más oscuros enredos políticos, para descubrir más y más sobre estos extraordinarios individuos. Sostiene que los inmigrantes del este de Asia llegaron a las partes orientales de la cuenca del Tarim hace unos tres mil años.
En China se cuenta tradicionalmente que, dos siglos antes del nacimiento de Cristo, el emperador Wu Di envió un emisario a Occidente con el fin de establecer una alianza contra los hunos, entonces instalados en Mongolia.
La ruta que tomó Zhang Qian, el embajador, a través de Asia se convirtió más tarde en la Ruta de la Seda. Siglos después, Marco Polo tomó el camino opuesto y comenzó la apertura de China. La sola idea de que los blancos pudieran haberse asentado en una zona de China miles de años antes de los primeros contactos de Wu Di con Occidente y los viajes de Marco Polo tiene consecuencias políticas de gran alcance. En cuanto al hecho de que estos europeos habrían vivido en la inquieta provincia de Xinjiang cientos de años antes que los asiáticos orientales, es una hipótesis explosiva.
Ji Xianlin, un historiador chino, en su prefacio al libro del arqueólogo Wang Binhua Las tumbas antiguas de Xinjiang, traducido por Mair, dice que China “apoya y admira” las investigaciones realizadas por especialistas extranjeros sobre momias. “Sin embargo, en la propia China, un pequeño grupo de separatistas étnicos ha aprovechado esta oportunidad para provocar problemas y se están comportando como bufones. Algunos se presentan como descendientes de estos antiguos “blancos” y no tienen otro objetivo que dividir la patria. Pero estos actos malvados están condenados al fracaso”.
Por lo tanto, no sorprende que el gobierno haya tardado en informar sobre estos importantes hallazgos históricos, por temor a agitar las corrientes separatistas en Xinjiang. La Belleza de Loulan es así reivindicada por los uigures, que la han convertido en su figura emblemática, celebrada con canciones y retratos.
Aunque ahora las pruebas genéticas muestran que en realidad era europeo. En total, hay 400 momias en distintos estados de desecación y descomposición. A esto se suman miles de calaveras. Las momias tienen algo que mantiene ocupados a los científicos durante mucho tiempo.
